El Río nos llama
Somos
Un grupo diverso tejido por la voluntad de hacer florecer lo olvidado, un refugio de sueños compartidos alrededor del coexistir junto al agua.
Practicamos un cohabitar con el río, desde múltiples andares que nos convocan a hac(s)er, a encontrarnos, a coincidir en momentos sincrónicos y compartir. El río nos invita a juntarnos y (re)conocer a esxs otrxs con lxs que andamos. Venimos de andares diferentes entre sí, y nos mezclamos entre biomas.
(kayakear, bicicletear, caminar)
(conversar en la sombra de un cinacina)
(que el canto de ranas nos conduzca a encontrarlas)
(coincidir en menguar las voces charletas para dejarnos ver y escuchar las aves pasar)
Foto: Claudia Feijoó
El Río nos llama es un comienzo. Imaginamos construir un sendero* en una zona accesible pública de la ribera del Samborombón en el que situaríamos invitaciones textuales (“cartelería”) con mensajes que nos parece significativo poner a circular entre lxs paseantes (no imperativa, no represiva, expresiva y con un tinte estético-poético que nos represente) e intervenciones características de nuestras prácticas (instructivo para armar un herbario, guia de flora y fauna nativa, con link a que puedan agregar observaciones y especies, etc.) Pensamos hacer un cartel para la entrada con una invitación al andar.
*con sendero, nos referimos a volver disponible un espacio para el andar contemplativo, interpretativo y vivencial que sea accesible espacial y simbólicamente para todo aquél que se acerque. Donde, “volver disponible” requerirá de una minga de trabajo y tiempo colectivo para pensar el andar posible.